Tratamiento
La parte creo que más difícil ha sido la de remover lo más duro y volver a encontrarme en esa situación y vivirla, o sea, olores, sensaciones, dolores. Para mí ha sido la parte más dura y sobre todo el encontrártela días después. De repente encontrarte con la sacudida cuando estabas en casa después de la sesión, que a lo mejor no lo esperas y eres consciente y no sabes por qué, pero te encuentras mal, te encuentras con ganas de llorar o tienes mucho dolor o para mí ha sido una parte que me ha costado entender.
La parte positiva es que tú me has ayudado mucho en el sentido de guiarme, decir “no te preocupes esto es algo que forma parte del proceso”, esa tranquilidad es muy importante porque te hace ver que ya lo has vivido y que no lo estás viviendo ahora. Y la parte más positiva creo que es el poder abrirte. Hay muchas cosas que cuestan, pero es importante querer ir al fondo y remover. Muchas veces nos da un poco de miedo ir allí, al fondo, pero yo me alegro de haber ido en muchas ocasiones al fondo de lo que sabía y al fondo de lo que no sabía ni que existía, y haberlo movido porque luego se ve como con “otras gafas” con otra perspectiva y te ayuda a sanarlo, a dejarlo quieto, no seguir ahí con esa parte que estás incómoda y no sabes por qué. Y encontrar también la razón de por qué te habían pasado tantas cosas, porque es verdad que, cuando te hacen un análisis, dices “ostras esa no soy yo ni de broma”, y luego ya empiezas a ver que sí, que todo es tal cual, que no te ves realmente, ni ves tus emociones, ni eres capaz. Porque eso a mí me ha costado y eso que me gusta trabajar tanto en las emociones, el no reconocerme emocionalmente, para mí ha sido una sorpresa y darme cuanta que efectivamente era así
Vencer el miedo de “meterte en el fondo sabiendo que lo que vas a encontrar no te va a gustar”
Ha habido muchas veces, ya te lo dije, que me dieron ganas de tirar la toalla, vamos un par de veces me costó continuar pero ya que habíamos avanzado tanto, tirarlo todo no era opción. También mi pareja me ha ayudado mucho en este aspecto “venga que no estás muy bien, venga que yo te veo que estás mejor” , ese apoyo me ha ayudado y el tuyo, por supuesto, poder hablar contigo en cualquier momento y que me explicaras tal cual era todo, para mí ha sido clave.
Mi mejor amiga tiene fibromialgia y me dijo que había hecho 5 sesiones de EMDR. Yo me acuerdo cuando tú me dijiste por lo menos tienes que hacer 20, pensé qué exageración. Mi amiga me dijo “yo hice solo 5 y lo tuve que dejar, no pude, es muy difícil, complicado”. Yo creo que siempre he tenido mi objetivo bien claro, también sabía qué parte de enfermedad tenía que ver con el estrés o con algo que me había ocurrido, con algo que no estaba siendo consciente de ello, entonces siempre he intentado ver que de mi enfermedad no me encontraba peor, con lo cual, mal no estaba viniendo. En los momentos más duros me he dicho “¿qué prefiero, pincharme todos los días o o ir a terapia una vez a la semana?” Prefiero seguir probando. ir por aquí y ver si de verdad hay una barrera aquí importante que me está afectando.
Al terminar la terapia me parece imposible que haya podido enlazar momentos, revivir momentos, revivir los olores, sentir los golpes, ver situaciones tan claras. Yo en mi caso , no saber distinguir la realidad de la verdad, ahí tuve un jaleo bastante importante, pero es que es verdad, que todo había ocurrido, entonces cuando te das cuento de todo eso dices “¡madre mía¡ lo que se queda ahí atrás almacenado y no somos conscientes”.
LGM (26-04-24)